master of puppets
Forcejeó. Intentaba flexionar las piernas o sacar los brazos de aquella maraña de hilos, pero era inútil. Estaba embutido entre aquellas cuerdas de acero. Cuando era pequeño había leído que había arañas cuya tela era más resistente que un hilo de acero del mismo grosor. "Debo de haberme enredado en una tela de araña", pensó.
Minutos antes se había puesto a bailar y saltar. Había perdido el equilibrio y los cables de sus brazos se habían enredado con los de sus pies. Después, sus intentos de escape sólo habían empeorado su situación. Lo único que había conseguido era rodar a lo largo de los tablados de su habitación.
Al final desistió, con los músculos doloridos y empapado en sudor; entre el silencio sólo se oían su respiración entrecortada y sus descontrolados latidos. Se quedó quieto en aquella ridícula postura, esperando a que alguien le encontrara y le ayudara a liberarse de aquellos cables que salían de su piel.
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